Hacerse humano - Ser humano

Evolución de lo humano - Globalización de la paz - Mundo en equilibrio

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Comunión: ¡Cooperación global, SÍ! ¡Globalización, NO!

La sola resistencia no es suficiente
para promover un cambio de paradigma.

por Wolfgang Fischer con agradecimientos a Yasuhiko Genku Kimura, VIA - Vision in Action, por su diálogo inspirador. - traducción del alemán por Diana Jordán (Translations for Progress)

 

Cambios de paradigma

- ¿El sol gira alrededor de la Tierra?

Sabemos qué obstáculos tuvieron que superarse hasta lograr una aceptación generalizada de todo lo contrario: la Tierra gira alrededor del sol.

Hoy día

-¿El crecimiento económico genera prosperidad universal?

Actualmente estamos reviviendo los obstáculos que dificultan el reconocimiento de que se trata, precisamente, de todo lo contrario: el crecimiento económico constante pone en peligro la prosperidad universal.

-¿Paz mediante la guerra?

Miles de años de comportamiento condicionado por un pensamiento bélico entorpecen aún la sencilla conclusión de que la paz es, únicamente, consecuencia de la justicia.

El equilibrio de la justicia podría ser alcanzada fácilmente, pero existen todavía demasiados privilegios y favores que obstaculizan un avance pacífico.

¿Cuánto tendremos aún que sufrir hasta que empecemos a decantarnos por el simple diálogo a la hora de resolver conflictos, lo que nos beneficiaría a todos por igual?

No podemos comulgar
en los altares de una cultura dominante
que confunde precio con valor
y convierte a la gente y a los países en mercancía.

Eduardo Galeano

 

La "guerra contra el terror" es una guerra contra la resistencia que se está generando a nivel mundial, interconectada y cada vez más fuerte, en respuesta a las evidentes amenazas de la globalización corporativa y capitalista. Esta resistencia y, mucho más, las creativas alternativas que nacen de ella, están salvando vidas.

Cuanto más evidente es el error del camino escogido por las fuerzas de dominación y explotación, de forma más radicalmente destructiva actúan estas. Las razones forman parte de su historia y de su identidad, de la visión del mundo que han creado y por la que están dispuestos a sacrificar la realidad.

Las personas con un ideal de autonomía y justicia, con un sentimiento de amor por la naturaleza orgánica e inorgánica, representan una amenaza especial para las estructuras de poder, ya que desenmascaran su concepción patriarcal, amenazando así la existencia de dichas estructuras. Pues el bloqueo de los procesos naturales de aprendizaje, amparado en la violencia y el dogmatismo, no es más que un modo de eliminar el potencial perceptivo humano, y lleva a la deshumanización y a la creación de individuos manipulables como autómatas.

Sólo las personas intrínsecamente débiles e inseguras necesitan un apoyo externo. Estas personas tienden a la dependencia y la adicción. También a la adicción al poder. Estas personas no han culminado todavía, por diversos motivos, el paso a la madurez que implica coherencia y fuerza interior, autenticidad e independencia de aspectos externos. Son las que garantizan la continuidad de las mortales jerarquías creadas por el hombre.

Cuantas más superficialidades y sustitutos comerciales en pro de una felicidad mutilada ofrecen y prometen los sistemas de poder, cuanto más perturbados y violentos se muestran, cuanto más claro y falseado es el modo en que se limitan simplemente a señalar cabezas de turco y a dividir el mundo en buenos y malos, más atractivos se vuelven, desgraciadamente, para las personas de cuya confusión e inseguridad se nutren.

Las personas capaces de percibir esta red global de mentiras, y que quieren desenmascararla, son conscientes de la importancia de no perderse en frentes de los que nada se puede conseguir. Pues así sólo se perderían fuerzas imprescindibles en la transformación ecológica-social-psicológica del mundo y en el necesario cambio de paradigma. La resistencia por sí misma no es suficiente para eliminar las relaciones globales de poder. Ésta necesita también el ideal de un bienestar común y una actuación en consecuencia.

Todos aquellos preocupados por conseguir un equilibrio en la actual situación de crisis se esfuerzan, en público o en privado según dónde se encuentren, en señalar las consecuencias de ciertas formas de comportamiento, tal y como lo han aprendido mediante su experiencia personal. Jamás dejan de aprender y de compartirse.

De este modo se crean verdaderas oportunidades y posibilidades reales para que otros vean lo que es visible, comprendan lo que es comprensible, cuando la conciencia y la capacidad de aprendizaje no se ven bloqueadas o limitadas por determinadas tradiciones, religiones y concepciones del mundo.

Depende del interlocutor, del otro, la acogida o el rechazo de tales ofertas (por supuesto con las responsabilidades y consecuencias correspondientes). Ahí es donde surgen las divergencias de opinión. Hay que saber evitar la confrontación, pues con la violencia se anula la disposición al aprendizaje, se ve afectada la comprensión, se reprime la expansión de la conciencia, se tergiversan las responsabilidades, se imposibilita la liberación personal.

Incluso cuando no se coincide en la concepción del mundo ni es posible el diálogo, puede aceptarse sin frustración, rencor o lucha, en todo caso allí donde se respeten, por lo menos en principio, los derechos humanos. Siempre que sea posible continuaremos imperturbables aprendiendo y esforzándonos en llevar la luz y la comprensión a estas relaciones humanas que confunden, coaccionan, explotan, matan.

Siempre que se vean amenazadas las posibilidades de supervivencia de los individuos, serán necesarias y legítimas las reacciones masivas y toda forma de oposición. La lucha heroica de los bolivianos y otros pueblos contra la venta de sus recursos nacionales es inevitable. Mientras la política siga pisoteando los derechos de las personas, éstas seguirán luchando por su independencia. La resistencia en Irak contra los invasores y el saqueo de sus recursos demuestra una gran confianza en sí mismos por parte de los iraquíes. Nadie necesita que le impongan una vida. Y mucho menos una vida injusta. A muchos no les queda más que la huída. Pero ¿a dónde pueden huir los desplazados si, precisamente, suele ocurrir que su meta son los países ricos causantes de esa necesidad de escapar, y además les cierran las fronteras?

Contemplándolo desde un aspecto global, es evidente que la violencia ya sólo es la puerta a la decadencia. Ante la posibilidad de destruir la biosfera, nos vemos obligados a abandonar definitivamente el uso de la violencia y las amenazas. No se puede seguir castigando la violencia y la muerte con más violencia y muerte, o la humanidad se malogrará. La paz y el bienestar sólo pueden alcanzarse mediante la paz y el bien obrar. Con constancia y sin ambigüedades. Con paciencia, fuerza y sinceridad. Con la seguridad de contar con el respaldo de la vida global siempre que nos supeditemos a su autonomía, a la grandeza de la vida.

Estar al servicio del bienestar común, de una vida favorable a todos, así como del bienestar de cualquier vida futura, es un ideal heredado desde la antigüedad por todos los humanos.

Si percibimos la liturgia de la vida y comenzamos a trabajar por ella, sus fuerzas creadoras se pondrán de nuestra parte y dejaremos atrás inseguridades y confusiones históricas. Somos completamente libres de decantarnos por una comunión global de la vida. Sin embargo, esta unión no es arbitraria ni fortuita. Su reglamento está sujeto a una legitimidad universal que debe reconocerse y cumplirse.

El cumplimiento de estas leyes no supone ningún problema para los seres vivos no humanos. Está grabado en su interior genética e instintivamente. Sólo nosotros, humanos, nos enfrentamos a la cuestión de la libertad. La libertad de decidir. La libertad de la elección: ¿ponemos nuestra fuerza creativa al servicio de la unión de la vida o luchamos por intereses personales? Ambos caminos tienen sus consecuencias. Eso es algo que deberíamos haber aprendido de la Historia.

Si descubrimos y desarrollamos el impulso social humano, tendremos la oportunidad de un futuro con una pluralidad cada vez mayor. Si, por el contrario, perseguimos intereses elitistas individuales, las consecuencias finales son cada vez más claras. Es necesaria la resistencia contra la falta de alternativas. Es vital la defensa de los medios de subsistencia frente al ataque de los tiburones. Quedarse de brazos cruzados o esperar ayuda externa nos llevará a más y mayores catástrofes globales.

El esclarecimiento, fuente de una soberana alegría vital y de seguridad, al tener como objetivo el bienestar común, desarrolla una mayor fuerza de atracción que cualquier promesa, por deslumbrante que ésta sea. Un esclarecimiento vivo, auténticamente coherente, y un sentimiento vital alternativo atraen a quienes se plantean dudas. Y sólo aquellos que tienen dudas están abiertos a recibir respuestas. Eso debemos aceptarlo si no queremos malgastar nuestras fuerzas mediante acciones exageradas, aún cuando resulte amargo que las personas, a menudo, no despierten hasta haber sufrido.

Consagrémonos a aquellos que están abiertos y se plantean dudas, independientemente de qué parte estén. Así apoyamos al espíritu de la vida en su camino hacia una paz y una felicidad globales. En este camino, la cooperación humana es indispensable, y ello nos abrirá posibilidades insospechadas.

ver también: LA COMUNIÓN GLOBAL

 


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Emanzipation Humanum, versión deciembre 2008, Agradeceremos las críticas, sugerencias acerca de la forma y el contenido, el diálogo y la traducción a otros idiomas

 

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